Pon atención a cada sonido, a cada palabra que alguien te expresa, a esa canción. A esa frase que alguien te dice. A la señal en tu camino. Escucha su voz. Cuando pides respuestas te llegarán y aquello que esperas lo recibirás con una serie de sincronías divinas.
Tus guías te hablan. Acállate y aprende a escuchar. Si hay mucho ruido afuera es porque hay mucho ruido adentro. Aprende a traspasar las barreras del sonido y escucha el silencio. Ahí están los mensajes manifestándose. ¿Puedes percibirlos?


